Hoy me apetece un sacrificio humano…

Ya hemos hablado aquí alguna vez del sacrificio de Isaac, uno de los episodios más siniestros de la Biblia. Afortunadamente, hay gente que sabe encontrarle el lado divertido, como los humoristas británicos Mitchell y Webb. Lo que me resulta más gracioso es que cuando Dios se aparece, hace esa pregunta tan británica de «¿no interrumpo, verdad?».

El tema también ha sido parodiado por Woody Allen, en un relato breve en el que la mujer de Abraham le pregunta:»¿Pero cómo sabes que era Dios el que te hablaba? ¿Y si era ese amigote tuyo que tanto le gusta gastar bromas pesadas?»

Los que, por el contrario, se lo toman más en serio son los musulmanes. La festividad del Id al-adha, o fiesta del sacrificio, en la que deben sacrificar un cordero (a veces no tienen otro lugar  para hacerlo que el salón del apartamento), les recuerda anualmente a los creyentes que la obediencia a Dios está por encima del amor y de la moral. El buen musulmán debe ejecutar cualquier mandato divino, por atroz que pueda parecer.

También el sacrificio de Jesús ha servido como justificación de cualquier sufrimiento e injusticia. Recuerdo al cura de «Requiem por un campesino español» excusándose ante el protagonista por no hacer nada para impedir que le asesinen, con el argumento de que Jesús murió también en la Cruz, siendo más inocente que él.

Etiquetas: ,

Una respuesta to “Hoy me apetece un sacrificio humano…”

  1. Outsider Says:

    Genial… somos pocos, pero nos sabemos reir.

Deja un comentario