Ara Norenzayan, psicólogo social.
En este artículo, Ara Norenzayan explica que la capacidad para detectar razonamientos incorrectos está relacionada con la falta de fe religiosa. Los agnósticos y ateos están más capacitados para detectar falacias y otros tipos de falsedades encubiertas. Aquí el artículo completo en pdf. El autor es un psicólogo social de la Universidad de la Columbia Británica, en Vancouver, con varias publicaciones en la revista Science.
Según la teoría del procesamiento dual de la información, en la mente funcionan dos sistemas: El Sistema 1 se nutre de unas pocas observaciones para armar una explicación «por tanteo» y da la que podemos llamar «respuesta intuitiva». El sistema 2 utiliza un proceso analítico de deliberación interna. Ambos sistemas coexisten e interactúan en todas las personas a la hora de solucionar problemas.
Los autores quieren poner a prueba la hipótesis de que la religiosidad descansa sobre el sistema 1, y que los individuos en los que el sistema 2 predomina tienden a abandonar las creencias religiosas. Creer en dios es una consecuencia de dar mayor importancia a la intuición que a la reflexión. Esta hipótesis es respaldada por otros autores, como Shenhav, de la Universidad de Harvard, que han comprobado que conociendo el «estilo cognitivo» de una persona, si es intuitivo o reflexivo, podemos predecir con poco error si tiene creencias religiosas o no. Para ello usan el Cognitive Reflection Test (CRT; Frederick, 2005), un test que emplea preguntas de matemáticas que parecen fáciles, pero que están preparadas para confundir a los que responden más a la ligera. Una respuesta al CTR de tipo intuitivo no indica necesariamente haber recibido una educación religiosa en la infancia, pero sí un incremento de la actitud religiosa a lo largo de la vida. Esta correlación es independiente del estatus social o económico, orientación política e inteligencia. Por último, los ejercicios que favorecen el razonamiento intuitivo aumentan la probabilidad de que los sujetos expresen convicciones religiosas.
El trabajo de Norenzayan es interesante porque, como todos los estudios bien hechos, explica un montón de pormenores sobre las innumerables precauciones que hay que tomar para no obtener resultados espurios. Consiste en cinco estudios diferentes:
El primero estudió la capacidad de 179 estudiantes voluntarios para detectar razonamientos engañosos. Se les hace una pregunta que, en un lectura rápida, suele llevar a una respuesta incorrecta. Posteriormente se midió su religiosidad con tres tests diferentes. Los más religiosos habían fallado más.
En los otros cuatro se promovió el razonamiento reflexivo de diferentes formas, todas ellas bastante sutiles. Los voluntarios animados a reflexionar más durante el ejercicio mostraron una mayor tendencia a manifestar descreimiento religioso.
Se comprobó que ser más o menos creyente no afectaba la efectividad de los procedimentos para promover un tipo de razonamiento u otro. Ambos grupos respondían igual y razonaban de forma más intuitiva o más reflexiva según se les estimulase. Los procedimientos para estimular un tipo de razonamiento en concreto resultan curiosos por lo sutiles que son, aunque está experimentalmente demostrado que funcionan.
Por ejemplo, les mostraban a los sujetos una de estas dos fotografías y les hacían describirla. Los que observaban El Pensador de Rodin tendían a ser más reflexivos en sus respuestas. Otro ejemplo; parece increíble pero resulta que si el cuestionario está impreso
se promueve significativamente la preponderancia del Sistema 2, mientras que si las preguntas están escritas
la gente responde de forma más intuitiva (Sistema 1).
Cada uno de los cinco resultados admite otras posibles explicaciones, bastante rebuscadas por otra parte, pero ninguna hipótesis alternativa explica por qué la capacidad analítica para evitar falsos razonamientos, la exposición visual de imágenes de personas en actitud reflexiva, primar el pensamiento analítico y entorpecer la percepción de las preguntas llevan todas hacia un mayor descreimiento religioso. Si se os ocurre alguna, poneos en contacto con el Sr. Ara.
A mí se me plantean varias preguntas. ¿Qué ocurre con la capacidad reflexiva de los religiosos? ¿Se anula a base de oración? ¿Qué ocurre con las personas religiosas en las que predomina el sistema 2, que seguro que existen? ¿Engañan o se engañan? A lo mejor les ocurre como a San Manuel Bueno, que no tiene fe, pero se lo calla porque considera que la fe es imprescindible para el buen orden de la sociedad.
Y lo que es más inquietante. Los líderes religiosos de las principales iglesias ¿están al tanto de estos resultados y sus obvias consecuencias? Todo se ha publicado en revistas de primera línea, así que me sorprendería que estos resultados no influyesen en la estrategia de sus centros educativos. De momento es posible que impriman los libros de religión en letra bien grande, negra y redonda.