Archive for the ‘Contra el budismo’ Category

Autoconocimiento y falta de compasión, los ingredientes del éxito

21 marzo 2012

Desde luego, la meditación no aumenta la capacidad de juzgar con objetividad la propia conducta. Todo lo contario, el meditador siente que trasciende a un plano superior, por encima del mundo. En la novela Shiddhartha, el protagonista considera infantiles a todos los que le rodean porque van buscando dinero, comida, sexo… síntoma de su desapego creciente hacia los demás y hacia las vulgares “ataduras del mundo”. La meditación y otras técnicas similares producen un aumento de la introspección y, a la vez, una pérdida de empatía con el resto de las personas. Por eso la meditación en una de las prácticas de bienestar más compatibles con el mundo de los negocios. Proporciona seguridad y autocontrol sin entrar en compromisos éticos.

Su educación orientalizante permitió a Steve Jobs el distanciamiento suficiente como para poder engañar a su amigo Steve Wozniak sin dejarse entorpecer por los remordimientos. La meditación no impidió que se convirtiera en un tacaño egoísta, al contrario, pienso que le ayudó. Parece que eso del autoconocimiento consiste básicamente en estar encantado de conocerse.

El efecto placebo asociado a la meditación puede ser una buena baza en el mundo de la empresa, donde a menudo no hace falta que sepas hacer nada especial (Steve Jobs no tenía un gran talento, simplemente sabía reconocer el talento en los demás). Lo que sí resulta valioso es que «creas en ti mismo» y que no te coarten ni la inseguridad ni los remordimientos. Para eso, nada mejor que la meditación y cuanto más trascendental, mejor. El problema es que te vayan tan bien las cosas que llegues a creer que tus poderes son suficientes para vencer el cáncer de páncreas.

La amoralidad zen ha sido popularizada a través de la saga de la Guerra de las Galaxias. Allí vemos como el jedi que se implica demasiado con sus semejantes y que no es capaz de abstraerse del sufrimiento humano acaba convertido en Darth Wader. Empatizar con los demás es un error. Zizek afirma que la nueva moral  jedi se va imponiendo a medida que el mundo de los negocios se orientaliza.

Dios mío… ¿acabaremos echando de menos a los empresarios del Opus Dei?

Orientales rebeldes

10 febrero 2012

¡Escandalo! Algunos pensadores orientales a lo largo de la historia se han sustraído de su obligación de ser místicos y espirituales, para decepción de los consumidores occidentales, que los teníamos encasillados en ese papel.  Me he enterado aquí que Buda tuvo su controversia con un pensador materialista, Ajita Kesambali, del cual sabemos poco y sólo a través de fuentes budistas. Sucede algo parecido con la escuela rabínica de los saduceos, que negaban la inmortalidad del alma. Lo poco que nos ha llegado de sus ideas es a través de refutaciones. Quizá es que estaban desanimados para escribir algo o, más probablemente, que sus reflexiones eran peligrosas para la paz social y, por nihilistas y disolventes, fueron silenciadas.

Ajita Kesambali negaba la inmortalidad del alma y se oponía a la dualidad alma-cuerpo (Tam-Jivam-tam-sariram-vada). Todo lo que somos acaba con la muerte y no habrá más Nirvana que el que seamos capaces de construir aquí en la Tierra. Me imagino que a los consumidores habituales de pensamiento hindú les causará enfado este personaje, que hizo tan escandalosa dejación de sus obligaciones orientales.

Y hay algunos más. Sean pues los orientales materialistas bienvenidos a nuestro santoral.


Y tu alma ¿está a la moda?

8 May 2010

Satkirin Kaur Khalsa, cantante de mantras, hace unas declaraciones a la prensa después de un festival espiritual:

Estos ropajes me recuerdan que tengo una misión espiritual en la vida. No visto a la moda, pero mi alma está a la moda.

El telonero, Gopala, dirige una meditación colectiva. Presume de no haber ingerido un solo ansiolítico en la vida.

Yo tampoco he tomado un ansiolítico en mi vida. ¿Será que mi alma se ha puesto a la moda sin informarme?

Y ¿para qué sirve todo esto? Pues según ellos mismos explican, para propósitos tan trascendentes como encontrar un marido, curarse un herpes o conseguir dinero. No, si cuando yo digo que eso de la espiritualidad oriental es un invento occidental…

Satkirin en su mesa-camilla trascendental

Religión, la tecnología del pasado

19 marzo 2009

Nuestra preocupación por el estudio de la naturaleza es muy moderno. Entre otras cosas porque no estamos dotados para estudiar la realidad. Nuestros sentidos no están diseñados para eso y nos dan información inexacta o falsa; por eso hemos tenido que inventar los aparatos de medida. No estamos diseñados para comprender nuestro entorno sino para sobrevivir a él. Sabemos evitar la luz cuando es demasiado fuerte, incluso somos capaces de ver cuando hay muy poca, pero no sabemos medirla con un mínimo de exactitud, como sabe cualquiera que se haya dedicado a la fotografía.

La tecnología es anterior a la ciencia. Hace relativamente poco que nos preguntamos cómo se forma la lluvia; a nuestros antepasados no les interesaba el mecanismo de las precipitaciones, sino cómo hacer para que lloviera. Tenían más sed que curiosidad. Y creamos la religión para eso… para que lloviera. La religión es el primer intento tecnológico de dominar la naturaleza. El más allá y todo eso que se agrupa dentro de los confusos términos de trascendencia y espiritualidad vendría mucho más tarde. El primer papel de la religión fue el de conjurar los elementos y alejar las enfermedades.

Esa tecnología entró en crisis hace unos quinientos años y sus técnicos, incapaces de reciclarse, han reaccionado de forma muy violenta.

Otra ronda de espiritualidad de garrafón

28 enero 2009

Ya me he puesto a gusto sobre este tema en alguna ocasión, pero es que la vacuidad new age de algunos famosetes y famosillas me crispa. Un poco de yoga todas las mañanas, una visita a su SPA favorito donde se someten a una terapia holística y a una limpieza de aura, unos días en un monasterio budista… El suyo es un afán tecnológico; lo que buscan es concentrar y canalizar la energía mística para estar más centrados, más saludables y mantenerse bellos. Y también rendir al máximo en el trabajo y triunfar. La paz interior es un componente muy importante de la cosmética new age y una eficaz herramienta en la promoción personal. Hay que tener paz interior para dar guerra.

Llega uno a sentir añoranza de los místicos y anacoretas de antaño que, en su sufriente búsqueda del amor de dios, se esforzaban y padecían y abandonaban este mundo y sus oropeles… No es que me tiente el seguir su ejemplo, pero al menos no había pedantería ni falsedad en su actitud. Uno puede leer a San Juan de la Cruz siendo ateo y conmoverse hasta la lágrima porque sentimos a un hombre auténtico que nos está enseñando su alma. Su verbo extasiado nos conmueve, aunque sepamos que era la misma fe que llevó a toda Europa a levantar hogueras. Aquéllos místicos y místicas sí que desprendían energía interior, aunque me da la impresión de que debían tener el cutis fatal.

Menos meditar y más pensar

27 noviembre 2008

Por las mañanas recito mantras budistas. Tengo una mezcla muy interesante. Para mí, Buda, Jesucristo y la madre Teresa de Calcuta son todos lo mismo. Los percibo como una energía. (Penélope Cruz).

Estupendo, de verdad. Pero lo de la “mezcla muy interesante” creo que es un valoración demasiado benévola de un mejunje bastante común. La espiritualidad de garrafón que lo mezcla todo, para que sea más efectivo, es la plaga de nuestro tiempo. Con un pequeño esfuerzo más metemos a Mahoma en la mezcla y resultará ideal incluso para las mañanas de resaca.

La meditación parece el sueño de la razón, porque produce monstruos:

Y entonces ocurrió el terremoto y pensé: “¿Será el karma, eso que cuando no eres bueno te ocurren cosas malas? (Sharon Stone refiríendose al terremoto de Sichuan, que provocó más de 50.000 muertos).

En fin, un cruce de piernas mental que deja al descubierto unas profundidades espirituales muy muy negras. (perdonen el chiste, pero es que me lo han puesto en bandeja).

Teocracia orgánica

23 septiembre 2008

Los de mi quinta quizá recuerden aquel concepto tan castizo que inventó el franquismo: la «democracia orgánica». El engendro me ha venido a la memoria al leer algunas informaciones sobre el gobierno tibetano en el exilio capitaneado por su eminencia reverendísima el Dalai Lama (ya sé que es «su santidad», pero después leer lo que he leído he decidido degradarlo un peldaño en el escalafón, ale).

Seleccionamos algunos fragmentos de la página  http://www.dalailamaenmexico.org sobre la constitución tibetana:

La Asamblea de Diputados del Pueblo Tibetano Constituye el órgano legislativo superior (…) consta de 46 miembros electos. U-Tsang, Kham y Amdo, las tres provincias tradicionales del Tibet, eligen diez miembros cada una, mientras que las cuatro escuelas de budismo tibetano y la tradición bon eligen 2 miembros cada una. Los tibetanos de occidente eligen tres diputados (dos de Europa y uno de Norteamérica). Asimismo, Su Santidad el Dalai Lama nombra a otros tres miembros distinguidos en el campo del arte, la ciencia, la literatura y el servicio comunitario.

El sistema de representación garantiza que más de una cuarta parte del parlamento lo elige directamente el Dalai Lama o las órdenes religiosas.

La Constitución tibetana, elaborada en 1991 por el gobierno en el exilio (es decir, el Dalai Lama), después de proclamar los pricipios de la democracia y los derechos humanos acaba con una resolución especial de este jaez:

SS el Dalai Lama, el Lider Supremo del pueblo tibetano, ha ofrecido los ideales de democracia al pueblo tibetano, incluso a aquellos que no han sentido la necesidad de estos ideales. Todos los Tibetanos, en el Tibet y en el exilio, están y permanecen profundamente agradecidos a SS el Dalai Lama, y se consagran a la tarea de establecer nuestra fe y lealtad en la autoridad de SS, y fervientemente rezan para que Él permanezca con nosotros para siempre como nuestro supremo lider espiritual y temporal.

Puede consultarse el texto completo en http://www.tibet.com/Govt/charter.html.

Se nota que su santi ha hecho un esfuerzo de democratización obligado por las circunstancias, pero deja claro que el apoyo que le profesa el pueblo tibetano es el propio de un dios vivo y que si se presta a estas fruslerias mundanas es por su divina y graciosa real gana, porque muchos de sus súbditos no sienten la necesidad.